Para cualquier empresa debe ser claro que la inclusión laboral de personas con discapacidad significa mucho más que mostrar buenas intenciones, como:
- Promover prácticas que apunten a un ambiente laboral inclusivo y de respeto por la diversidad.
- Reconocer las competencias que pueden tener las personas con discapacidad para desempeñarse laboralmente.
- Garantizar equidad de condiciones laborales con el resto trabajadores, fomentando y facilitando buenos resultados en el desempeño y la productividad.
Vincular a trabajadores con discapacidad es el primer paso para avanzar en la inclusión laboral; sin embargo, para que sea una buena práctica de inclusión de personas con discapacidad, la organización debe garantizar que:
- No se creen cargos especiales para ellas.
- No se obstaculice su postulación a cargos vacantes.
- No se subestimen sus competencias ni habilidades.
- No se empleen en cargos no acordes a sus competencias.
- No promover prácticas que refuercen estereotipos y prejuicios negativos en torno a la discapacidad.
La inclusión laboral de personas con discapacidad tiene muchos beneficios para todos. Una buena práctica de inclusión se reconoce, cuando la organización:
- Incluye a las personas con discapacidad como parte de la cultura de diversidad y de la identidad de la organización.
- Prepara el entorno laboral para la inclusión, identificando y eliminando barreras.
- Implementa los ajustes razonables, en sus procesos de Gestión Humana, de manera que se les garantice a las personas con discapacidad, postularse a cargos vacantes, realizar las pruebas de selección, responder entrevistas y desempeñarse laboralmente, en condiciones de equidad con los demás.
Por último, las empresas que realmente quieren implementar buenas prácticas de inclusión laboral deben evitar cometer estos errores:
- Implementar ajustes razonables en los puestos de trabajo sin recibir una adecuada orientación técnica.
- Contratar a trabajadores con discapacidad solo para cumplir un porcentaje requerido, recibir beneficios tributarios o participar en licitaciones.
En resumen, la inclusión laboral de personas con discapacidad es un compromiso genuino, basado en la equiparación de oportunidades, el derecho al trabajo y el reconocimiento de la diversidad.
Es una inversión en el talento y la riqueza de experiencias que cada individuo puede aportar a cualquier organización.
La inclusión laboral es una fuente inagotable de productividad, crecimiento y éxito para las personas con discapacidad, para las empresas y en general para toda la sociedad.